Remuneración en Argentina: cómo negociar tu salario sin miedo

Negociar tu salario es una habilidad muy importante para garantizar mejores condiciones a la hora de conseguir un empleo.

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Esto se debe a que las empresas en ocasiones ofrecen salarios por debajo del mercado, por desconocimiento del salario promedio para el puesto, y unas buenas estrategias de negociación pueden ayudar a aclarar este tema.

Por eso, hoy veremos algunos consejos que ayudarán a resolver este problema, sin vergüenza ni pérdida de oportunidades. ¡Continúa aquí y compruébalo!

Negociar tu salario: ¿arrogancia o autoestima?

Cuando se trata de negociación salarial, este tema está sujeto a cierta controversia, después de todo, algunos consideran que la empresa ofrece el salario que puede pagar y el candidato lo acepta si quiere.

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Este concepto no es necesariamente erróneo, pero hay que tener en cuenta que los anunciantes de empleo no siempre realizan estudios de mercado para entender el puesto.

Como resultado, terminan lanzando vacantes basándose en las propias experiencias de la empresa, que incluyen los salarios promedio pagados a otros miembros del equipo.

El problema es que esto no siempre es justo, al fin y al cabo, cada puesto tiene sus propias funciones, formación y experiencias necesarias, lo que redunda en una remuneración compatible.

Por lo tanto, cuando un candidato propone una negociación salarial, esto no debe verse como arrogancia, sino como autovaloración y reconocimiento del precio de sus servicios para el mercado.

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4 consejos para negociar tu salario 

La negociación salarial es una práctica necesaria, porque como hemos visto, en ocasiones el reclutador no sabe que está ofreciendo una remuneración por debajo del mercado.

Además, en algunos casos la retribución no es incompatible, pero no adecuada al nivel del profesional. En este caso, la negociación es la mejor forma de garantizar el talento en el equipo.

Por ello, a continuación veremos 4 consejos que ayudan a discutir este tema sin comprometer la profesionalidad, ni perder la oportunidad por malestar del reclutador.

1. Introduce tu último salario 

Es muy raro que un candidato esté dispuesto a aceptar un salario inferior al de su trabajo anterior, especialmente cuando todavía está empleado.

Por lo tanto, al informar tu último salario al reclutador ya estás informando, aunque sea indirectamente, el valor mínimo para aceptar la vacante.

Entonces, en muchos casos, simplemente hablar de su último salario abre espacio para una conversación sobre negociación.

Para ello, intenta transmitir esta información de forma natural y profesional, ya que la idea es que el propio contratista entienda lo “indirecto”.

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2. Comprender el potencial de pago de la empresa. 

Hay empresas bien posicionadas en el mercado, mientras que otras aún están empezando, por lo que necesitan “aguantar” las inversiones.

Por eso, a la hora de negociar tu salario es importante que comprendas el potencial de pago de esta empresa: ¿puede permitirte el salario que deseas?

Tener esta información es importante para evitar situaciones embarazosas para ambas partes, al fin y al cabo, no es posible negociar en escenarios imposibles.

En ocasiones, el descenso salarial no es un intento de devaluar al profesional, es simplemente una posibilidad que tiene la empresa en ese momento.

En este caso, si notas que tienes habilidades superiores a las ofrecidas, vale la pena agradecerte tu atención y continuar la búsqueda de un puesto compatible.

Pero, si se da cuenta de que la empresa puede pagar el salario deseado, hay lugar para la conversación.

3. Resalte sus habilidades y diferenciadores 

Cuando se trata de expectativas salariales, muchas personas cometen el error de indicar el salario de sus sueños, sin considerar si sus propias habilidades y experiencia son compatibles.

Recuerda que a la hora de contratar, la empresa tiene en cuenta el valor que tu perfil aportará al equipo, por lo que es poco probable que el salario pagado supere esta cifra.

Esto se debe a que las empresas buscan ganancias, por lo que pagar un salario superior al entregado por el empleado se considera una pérdida.

Por lo tanto, a la hora de negociar tu salario, una buena estrategia es centrarse en tus habilidades y diferenciadores, ya que esto le muestra al reclutador que el valor que entregarás a la empresa compensa un salario más alto.

4. Preguntar sobre posibilidades de crecimiento en la empresa

¿Qué preferirías: ganar un salario de 633 mil pesos, sin aumento previsto, o empezar con 300 mil pesos con un plan de carrera con posibilidad de duplicar este monto cada año?

La segunda opción ciertamente vale más la pena, por lo que rechazar el puesto pensando que el salario inicial es bajo puede no ser una buena estrategia a largo plazo.

Por eso, a la hora de negociar tu salario, recuerda preguntar al reclutador si la empresa tiene un plan de carrera y posibilidades de crecimiento.

En algunos casos puede resultar rentable empezar desde abajo y tener la posibilidad de llegar a puestos más altos, con salarios compatibles.

Tomemos el caso del CEO de Nike, John Donahoe, quien comenzó en la empresa como becario, y en 2020 alcanzó el puesto más importante de la compañía, donde permaneció hasta octubre de 2024.

En su caso, si no hubiera aceptado el puesto de prácticas, probablemente no habría alcanzado un puesto tan importante dentro de la empresa.

Por eso, a la hora de realizar esta negociación, recuerda que el salario inicial no siempre es la información más importante a la hora de plantearte una oportunidad.

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